Hazme tuya, por favor.” La levantó, pasando el brazo bajo su delicioso trasero respingón. No te preocupes si no hablan mucho contigo. Ella se estremeció ante su tacto, pero aún no se abrió a él. Créeme, he dejado muy claro que si alguien me interrumpe esta noche, le mataré. No he oído nada. -Como no he tenido oportunidad de desayunar, he pedido que me envíen algo al despacho, y me lo he tirado por encima. -Oh, sí. -Ella. -Lo siento. Maksim no hizo nada de eso. No le gustaba la comida. Si me hubieras dado más tiempo, quizás la respuesta habría sido afirmativa, pero como me has obligado a contestar antes de estar preparado, es que no. Fue entonces cuando se dio cuenta de que no había llegado a ver su tatuaje antes. “Está bien. La habitación era de estilo minimalista. Se había dejado la maldita de ropa en el cuarto de baño, pero no iba a regresar mientras él estuviera allí. Supongo que sus hombres tenían que ocuparse de mí. ¿Qué más puedes querer? -¿Quién es?- preguntó. “¿Cómo puedes hacernos esto, Maksim?” La tensión en su voz lo desgarraba por dentro. Este artículo ha sido visto 21 890 veces. ¿Te importaría hacernos una demostración? Vete. Erik la miró, divertido, mientras se llevaba su desayuno. -Danil- llamó. Era un asesino. -Los guardas han desaparecido. Y ¿cómo era posible que hubiera más habitaciones en el segundo piso? Se limitó a llevar su bolsa a un banco y sentarse. Sorprendido, Erik volvió la cabeza y le miró. No pasaría lo mismo con Ivan. -Damas- llamó en voz baja. ¿Cuál era el propósito de su vida? -No te lo eches por encima- dijo el hombre, con un marcado acento ruso. -Y me ha dicho que aún no has contestado a mi pregunta. Estaba vacío, por lo que hizo sonar el timbre. Su ruso no era muy bueno y le dolía tanto la cabeza que sentía ganas de vomitar. -¿Erik?- Ella se levantó despacio y se asomó sobre la barra del bar. WebDescubre en TikTok los videos cortos relacionados con como sacarte conejos del cuerpo. ¿No era entonces cuando Maksim empezaba a romper cosas y a gritar? “¡Es un criminal!” Maksim no se molestó en apartarse. “Será como pintarte una diana en la espalda.” “Como si estar aquí no me convirtiera ya en un blanco,” replicó Maksim. Deslizando el dedo dentro de ella, lo dobló ligeramente para acariciar aquel delicado punto de placer, y su cuerpo se arqueó contra él. Por las pruebas y un buen polvo delante de ella, la tendrás sin agujeros de balas. “Baja,” le dijo Maksim. El sensual vestido rojo que llevaba acentúaba a la perfección sus curvas. Tal vez ni siquiera tengamos que saberlo.” Pensó en cómo sería quedarse dormida junto a aquel hombre y despertar a su lado cada mañana. Pero el dinero que estás ganando es para tu futuro. Observó cómo movía las caderas mientras se alejaba, y varios hombres giraron la cabeza para admirar sus curvas. El caso de un hombre de 28 años, identificado como Josh Hader, nos hace reflexionar sobre un hábito bastante común, pero que podría costarnos la vida. Llevaba esposas en las muñecas y le pitaban los oídos de los insultos que le lanzaban aquellos cabrones inútiles que se turnaban para hacer que se derrumbara. Erik se encontraba en la planta VIP vigilando lo que ocurría abajo. Lo que sea que signifique. Toda la pared izquierda era un gigantesco acuario. -Ojalá no trabajaras tanto. ¡Lo había visto! Esta noche tengo una reunión con él para hablar sobre los detalles. “Por eso somos leales a los Petrov.” “Lo sé, Yuri. Cuando Ella volvió a alcanzar el orgasmo, él estalló en su interior. Erik levantó la mirada bruscamente. Pero Nika no sabía cómo retraer sus garras y relajarse. Así, 22 fracturas de pene fueron provocadas por esta postura. Probablemente porque no había absolutamente nada en la expresión de Maksim que indicara que estaba allí de visita. Mientras Erik se dirigía a toda velocidad a un club en el que, por lo visto, altos funcionarios de su ciudad follaban y se drogaban para escapar de la realidad, Ella sólo podía concentrarse en una cosa. Erik tomó sus manos y le ayudó a subir a la silla. Cobrarás bastante más, y no interferirá con tu educación. -Mis salas están insonorizadas, son seguras y sin censura. Mientras la follaba lentamente con su dedo, Ella movía las caderas, intentando acelerar el ritmo. Causas del dolor de cuello. -Los conductores ya han llegado, por si quieres abrir la entrada VIP. Se supone que tienes que estar en la oficina. -En realidad, cuando era niño, quería ser el dueño de una tienda junto al océano- dijo, casi con melancolía. Contempló el agua agitándose junto a la orilla. He llegado unos minutos antes de llamarte. “Por favor, Nika. ¡Por favor! Nika se alejó enseguida de él. Estaba decorada con cortinas de volantes y muebles de mimbre blanco. -Mírame, cariño. El joven vive … Capítulo Cuatro Después de tres días con Nika en la casa franca, Maksim tenía ganas de matarla. Como en un sueño. Dile que es importante. Tamborileando sobre el escritorio con los dedos, Erik miró fijamente las imágenes. -¿Qué piensas? -Lo sé. -Quédate con lo que conoces. Ella, vámonos. “Como no me bajes, voy a vomitar sobre tu espalda.” El sonido que emitió Maksim mostraba claramente lo enfadado que estaba. En cuanto quieras, podrás ir a visitarlo.” “Oh.” Nika debería alegrarse más por ello, ¿no? Erik la soltó y Ella asintió con la cabeza. Se encontraba en una lujosa cama matrimonial con sábanas de satén y almohadas de plumas. Estaba revisando los e-mails de su familia en Rusia cuando Ella entró. Erik comenzó a pasear nerviosamente por el cuarto de baño. -¿Controlándome otra vez?- Pasó las manos por los húmedos mechones de pelo rubio y se quedó mirándola. Sacó con cuidado la lengua y lamió y chupó su sexo mientras Nika se retorcía en la cama. Ahora, su negocio era próspero y habían dado un paso más en su relación. “Ni siquiera los Tretiak te culparían de huir al ver que han derribado a tus guardias.” El contable tenía el aspecto que Maksim imaginaba. La agarró, apretándola, y su gemido la hizo estremecerse de placer. Erik abrió un armario y sacó la salsa y la pasta. Sin duda, los policías habrían dejado de husmear en la tienda de su padre. Dámela.- Le quitó la caja de las manos y abrió varios armarios hasta que encontró una cazuela grande. Jadeando, Ella intentó desesperadamente ralentizar sus movimientos, pero la necesidad de desahogarse era más de lo que podía soportar. Secándose las lágrimas, se dio la vuelta y colocó la oreja en la puerta. -Sr. Chesnovak, qué sorpresa más agradable- dijo una atractiva rubia que se acercó contoneándose. -No te puedo enviar a ti. -Disfrutas con el dolor de la gente. -No tengo que dar explicaciones a nadie, pero, créeme, mis intenciones con Ella son cualquier cosa menos una señal de debilidad. “No hago más que decirle que vendamos alguna de las casas, pero se niega. Su expresión era ilegible, aunque el ardor en su mirada era inconfundible. Sujetándole las manos por encima de la cabeza, la embistió una vez más y su cuerpo comenzó a dar sacudidas mientras derramaba su semilla dentro de ella. Pero necesitas comer. Maksim nunca era débil. Se quedó estupefacto al verlos. Es enorme.” La oferta envió un cosquilleo de emoción a su espina dorsal. Al parecer, había terminado sus ejercicios de remo. “Te dije que no te alejaras de la casa. Sonaba aterrorizada, y sabía que era una mala idea, pero tenía que oírlo de su boca. No esperaban un ataque directo. Valeria puso los ojos en blanco. -Deja de discutir- rugió él, tirando de ella escaleras abajo. La paramédico examinó las marcas rojas de la cinta aislante. Aquel hombre era peligroso. -De lo que quiero hablar contigo no está en la oficina, y el tour puede esperar.- Se detuvo de repente y abrió una puerta. Y un placer puro y sin adulterar. -Valeria- dijo Erik en tono frío. Echando un vistazo por encima del hombro, Maksim le dirigió una mirada cargada de significado. -No lo sé. Nika Sokolov era mucho más compleja de lo que había pensado en un principio. ¡FIN! Heather asintió con la cabeza y Ella tomó el vaso que había junto a la cama, acercando la pajita a los labios de su madre. Si acabo rechazando tu oferta, tendré que conservar mi puesto. Erik se alejó de la puerta y sonrió socarronamente. Llevaba el pelo recogido en un moño, y parecía que no le quedaba energía. Heather volvió la cabeza y sonrió débilmente. Es un poco extraño, eso es todo. Nika se estremeció de placer. A menudo, cerraba los ojos tratando de imaginar espirales de palabras recorriendo el espacio entre sus hombros hasta subir por su cuello y llegar a la línea marcada por el cuero cabelludo. Sólo una respuesta tenía sentido, y a Erik no le gustaba nada. Erik sabía que Matvei estaba afectado. Erik estaba apoyado contra el marco de la puerta. No serviría de nada. Maksim no miente. ¿Supongo que el sueldo no es de cien mil dólares al año?- Se sonrojó de inmediato. Sólo estoy un poco nerviosa. venía dispuesto a ofrecerte varios millones de dólares. -¿Te has enterado? Por favor. Capítulo Seis Nika entró en la casa arrastrando los pies y se dirigió a su habitación. Estaba dispuesto a renunciar a su arma más poderosa para salvar su vida, pero había otra forma de conseguirlo. Sólo fue una muestra de lo que les puedo ofrecer. Allí tengo dinero, y hay algo que tengo que coger antes de que lo haga Yashin. -¡Por supuesto que me encantaría ayudarle! Porque no chantajean ni seducen a la gente cuando están en su peor momento, ¡y no me apuntan con jodidas armas! -No salgas del cuarto hasta que vuelva. -No era mi intención asustarte- dijo con una sonrisa encantadora. Y luego, algo igualmente familiar que la hizo estremecerse y sentir humedad entre las piernas. Si quieres romanticismo, no soy el hombre adecuado. Al apoyarse contra la puerta y cerrar los ojos, le faltó poco para quedarse dormida. -Ella, no es tu madre- le susurró Erik al oído. “Voy a poseerte, Nika,” le dijo Maksim. Los cortos rizos rubios que protegían su sexo estaban húmedos por su flujo. No sabía nada de aquel hombre, y los desconocidos no regalan dinero. Todo el aliento la abandonó y se sintió indefensa frente a su cuerpo. Disgustada consigo misma, retiró la colcha y se levantó de la cama. Envolvió los brazos alrededor de su propio cuerpo en un intento por cubrir su desnudez. Sin embargo, cuando Maksim la dejó en el callejón a un bloque de distancia, echó a correr para llegar a casa. Cuando falté demasiados días, la perdí. Katrina movió la cabeza de un lado a otro. Volviendo la cabeza ligeramente, Ella miró en dirección a su habitación, como si se sintiera tentada. “¿Dónde demonios estabas?” “Estamos aquí, en la casa. Estaban usando la oficina del gimnasio de Yuri como punto de encuentro. En su finca había al menos trece mujeres en todo momento y, aunque no tenían marcas de golpes, según los rumores les arrancaba el alma. Yashin habría tenido tiempo de sobra para matar a Leonid y regresar a Las Vegas, pero Erik creía que si hubiera sido él, se habría quedado en San Diego para ser testigo de lo que ocurriría después. Una reacción inapropiada ante el dolor, pero al fin y al cabo, emoción. -Dile que salga. A lo mejor puedes traer a tu apuesto jefe contigo, para que pueda deleitarme. Tenía toda intención de casarme contigo, pero mi padre pensó que no picarías. Menudo garito tienes. No se parecía en nada a los que había cerca de su casa: espacios modernos diseñados para ambos sexos de techos altos, mucha luz y un bar donde se servían batidos en la parte delantera, donde la gente quedaba después de entrenarse para charlar. Era una buena señal, y todo aquello haría que mereciera la pena. Aterrorizada, Ella se levantó corriendo y cogió sus pantalones. Es la mejor bendición que podría tener el poder alimentar a su bebé directamente de su cuerpo. -Eso es bueno. Algunas miradas se dirigieron hacia él, pero no se detuvo. -Es de jamón y queso. Valeria se puso en pie y sacudió la cabeza. Danil me ha informado de la situación. Agarró el libro y lo abrió, pero algo le seguía preocupando. “¿Eres capaz de callarte?” Nika hizo un sonido de pura indignación femenina y Maksim se dio cuenta de que su comentario solo le aportaría otra ampolla en la oreja. Nika apoyó los pies en el fondo de la bañera rozándose con su mano. La vio reflejada en el espejo sentada en el banco. Sabía que se marcharían en cuanto volviera a la casa. Estoy cansado y me gustaría comer algo.” “Creo que vi una hamburguesería grasienta hace kilómetro y medio.” Nika señaló la carretera. -Sí. Erik sacudió la cabeza y se dirigió al ascensor, observándola. Sentía lo mismo. En ciertos momentos de debilidad, la había llamado, pero no había dejado ningún mensaje. Era tan extraño pensar que había pasado años de su vida haciendo precisamente aquello. Lo sacó del bolsillo y el corazón le dio un vuelco. Tenía los cabellos rubios enrededados y manchados de sangre. En silencio, desayunó y escuchó la alborotadora conversación a su alrededor. -No te enfades con tus guardas. Erik puso los ojos en blanco. No había vergüenza alguna en su mirada al dirigirse a su silla, pasarle una pierna por encima, y sentarse sobre él a horcajadas Él asió sus caderas para detenerla. El verdadero problema se dá cuando se provocan crujidos del cuello y la espalda, ya que al ser ejecutados de una manera brusca pueden lesionar algunos ligamentos y provocar esguinces e … Salud, Nutrición y Bienestar En un lenguaje sencillo y accesible. Cuando su respiración finalmente se niveló, Ella se relajó. -Damas- dijo Erik en tono suave, y las mujeres se colocaron detrás de él. Con cada embestida, le golpeaba las nalgas con los testículos una y otra vez. -¿Y estar allí cuando se dé cuenta de todo el dinero que tendrá que pagar?- Dijo Danil con una risita nerviosa. -No soy un caso benéfico. -Por favor, no te disculpes. Como Nika Sokolov. “Ponte los zapatos,” le espetó. Sin esperar un instante, Maksim le hizo un corte en la garganta y cayó de rodillas. -Me tengo que ir. El único profesional que puede realizar estos movimientos es un especialista quiropráctico capacitado. El Sr. Taffey y el Sr. Chancellor están aquí por el mismo motivo. -No, estoy en el hospital- informó con cautela. Ella lo miró decepcionada, pero asintió. -Es Kielbasa, o salchichas. Con la mano se debe estirar el cuello, como muestra la imagen de abajo, hacia el lado derecho, izquierdo, hacia adelante y hacia atrás cada uno de los movimientos se debe realizar durante 30 segundos. Durante los últimos años, su vida no había sido más que una lucha continua, y aquel hombre, palpitando dentro de ella, le estaba dando a probar la libertad. “Mira el dolor y el sufrimiento que os he causado a tu padre y a ti. Ella rompió a llorar y le explicó lo que necesitaba. Había tenido dos novios con anterioridad. Sólo quiero los documentos de nóminas de los Tretiak.” “¿Tienes idea de lo que me harán esos cabrones locos si te los doy?” La voz subió dos octavas solo de pensar en la represalia. La fría lógica reemplazó al enfado y Maksim supo exactamente lo que debía hacer. -Danil- se presentó. -Me estaba recordando a mí misma lo que tengo que hacer hoy- tartamudeó. Ella clavó las uñas en su piel y le miró enfurecida. Te ofrezco doblar tu fortuna. -¿Hay algún paciente en concreto con el que desea hablar?- preguntó el operador. Murmurando por lo bajo, Ella abrió la puerta. -¿Qué demonios estoy haciendo?- susurró. No quería ser ese hombre nunca más ni volver a ver el miedo en los ojos de Nika. ¿Sarah? -Joder, Ella- gimió. Tienes suficiente dinero como para que te dure el resto de tu vida, y eres demasiado viejo para que te importe lo que piense tu padre. El donante ha de someterse a algunas pruebas, pero la doctora está muy esperanzada. “Queremos empezar de cero, Katrina. Tanto si desean una belleza sensual como dulce para llevar del brazo, todas estas señoritas están a su disposición. No necesitamos a nadie más. Ahora no es más que una discoteca. Capítulo Uno Aquel hospital parecía concebido para que la gente se sintiera incómoda, con sus paredes blancas y estériles y sus rígidos e incómodos asientos azules. Cuando llamó a su madre el día anterior, Heather estaba siendo sometida a más pruebas. “Nika Sokolov, queda bajo arresto por conspiración.” Reynolds fue quien tomó la palabra. Siete pasos más. -¿Qué opinas de esa mujer? Y cuando estén convencidos de que no estoy aquí, se marcharán. Cuarenta y ocho horas era demasiado tiempo. Una operación que necesita para vivir. -Suena peligroso. Los guardas tenían que estar en alguna parte. -Sigue moviéndote. El pequeño ucraniano se situó entre la pared y la freidora. A menos que hayas cambiado de opinión. Maksim se volvió hacia Denis, sabiendo que vería reflejado en su rostro todo lo que sentía. Va a enviar refuerzos, así que podremos volver a casa en un par de días.- Erik dudó. Se enderezó y su expresión se volvió aún más seria. -Lo cierto es, Valeria, que no creo que la monogamia sea para mí. -Ha dejado muy claro que no lo soy. Katrina se encogió de hombros. Todas cogieron sus abrigos y salieron de la sala en silencio. Estoy seguro de que podremos llegar a algún tipo de acuerdo. Volveré más tarde. “¿Qué pasa con mis cosas?” Maksim sintió un placer perverso en aquel momento. Muchos estaban allí sólo para almorzar, aunque lanzaban miradas curiosas a la sala trasera. Me han ofrecido un trabajo. Estaba tan enfadado que no se dignaba a mirarla, así que Nika decidió contemplar el paisaje por la ventana durante todo el trayecto de vuelta a la casa de la playa. Además, ¿qué pasaría si no le satisfacía? “¿Tiene idea de lo difícil que es vivir a la sombra de un hermano como le ocurre a Nika? “¿Maksim?” Su voz sonó ronca y no quiso imaginar el motivo. En su rostro no había ni rastro de maquillaje y tenía unas enormes ojeras. Trató de apartar el problema de la mente. “Nena, creo que podrías hacer lo que quisieras sin problemas.” Le acarició el cuello con la nariz, dándole un beso. Llegados a ese punto, solo quería ver si su padre estaba bien y descansar en alguna parte. Erik levantó la cabeza para decirle a quien quiera que fuera que le dejaran en paz, pero el hechizo se había roto. Ahora que sabían que estaban en buena compañía, se sentían más confiados. Aquellas palabras eran su mantra. -¡Sr. 13 Aprendizaje en torno al Covid-19 … Frustrada, golpeó el salpicadero con las manos. Él le dedicó una sonrisa ladina. Ladeó la cabeza y agitó el arma. Quería demostrarle que se le daban muy bien varias posturas, pero cuando él sonrió, tuvo la sensación de que sabía lo que estaba pensando. Erik conocía la reputación de Yashin con las mujeres. Capítulo Doce A Nika le resultó casi imposible volver al trabajo tras su pequeña discusión con Maksim. ¿Manipular mi vida para estar cerca de ti? Es leal a Ivan y él protege a la gente de su territorio.” “¿Por qué vinieron esos policías?” Nika se preguntaba hasta dónde sabía su hermana. La acarició, disfrutando al ver su respuesta. “¡Nika Sokolov!” Un hombre de baja estatura dio un paso al frente. -¿En tu dormitorio?- susurró ella. “¿Que qué has hecho, Maksim? -Haz lo que digo- ordenó. Se hizo el silencio. He estado leyendo unos cuantos libros sobre eso. Antes de que pudiese detenerla, le atrapó en su boca, recorriendo con la lengua la base de su erección. “Tiene más pinta de ir de cabeza hacia la amenaza y tratar de someterla.” “¡Lo sabía! Se metió en el agua caliente, hundiéndose hasta el cuello. -¿Es atractivo?- Su madre sonaba interesada, y más alerta. -La única razón por la que lo sigues haciendo es porque te gusta hacer daño a la gente. ¿Había arrepentimiento en su tono? Ejerciendo una suave presión en su clítoris, le dio justo lo que necesitaba para alcanzar un fuerte orgasmo. “¿Vamos a contarle nuestro plan a las mujeres?” “Claro, pero recuérdame que me ponga a una distancia prudencial,” dijo Maksim con tono lúgubre. Ambos sabemos que está dejando que se interpongan sus emociones, y no puedo evitar pensar que está dispuesta a matar a la mujer, tanto si consigue las pruebas como si no. -Quiero que te sientas tan atormentada como yo. Había lujuria en sus ojos, y podría haberse inclinado hacia ella y probarla. Un poco cansada. Sintiéndose desamparada, Ella abrió los ojos. Me caes bien. Ella no necesitaba dormir. -¿Me estás tomando el pelo? Quiero ver cómo te sienta el pecado. O ¿lo deseaba tanto como él a ella? ¿Qué tienes que hacer exactamente? Seguro que las autoridades están contentas de que se haya ido. Ella lo miró con ojos desencajados. Ella se apoyó sobre el lavabo, de cara al espejo. “No puedes hablar en serio.” Ivan tenía una expresión pensativa en su rostro. ¿Estás aquí para asegurarte de que estoy bien o de que sé cuál es mi lugar?preguntó. -¿Cómo vas a ayudarme?- preguntó. Solo tenía que ser fuerte hasta entonces. -No puedo proporcionarle ese tipo de información. Apenas está establecido. Fue todo lo que pudo memorizar antes de que uno de los policías la agarrara del hombro y la empujara al suelo. -Los elegiste porque ya estaban corrompidos. Una morena. Junto al teléfono había una nota. La suavidad de tu piel. “Yo quería ser como tú. -Matvei, mantenme informado. Ella sintió un hormigueo de entusiasmo cuando la condujo por el pasillo hasta uno de los dormitorios. “¿En serio lo cree? Tal vez ahora más que nunca sabía que no deseaba llevar esa vida. -Estoy a falta de sueño. -Iba a matarte- balbuceó. -Lo has fastidiado todo, Ella- se susurró a sí misma. “Nos vamos al gimnasio.” “¿Al gimnasio?” Parecía dispuesta a rebatir. -Sin escolta. -Seguro que ya lo ha olvidado- se dijo a sí misma, buscando otra goma para el pelo. Si enciendo ese interruptor de ahí, podrá ver cada centímetro de tu piel. Es tan relajante sacarse conejos que a veces aunque ni siquiera tengamos ganas lo hacemos casi como si fuera un tic. Maksim la rodeó con sus brazos. “¿Quieres?” La oyó tragar saliva. Trabajar para él y pagar su deuda con información. Era muy gratificante ver la expresión de muda sorpresa en su rostro. Siete pasos más. Es Rostilav o Valeria. -Eres un blanco- afirmó Dina con un tono de censura. Los hombres rieron. Se sentía como si estuviera huyendo. Los hombres no apuntaban a su padre, sino directamente a ella. -Lo sé.- Erik sacudió la cabeza y volvió a tomar su mano. -No me importa. Una risa histérica comenzó a formarse en su garganta. Te gusta decirle a la gente lo que siente cuando no quieres hablar de algo. He rechazado a Valeria esta mañana, pero parece que Yashin lleva días husmeando en mi territorio. En aquellos momentos, estaría recorriendo la mansión y contemplando todos los sitios en los que tenía pensado tomarla. Inclinándose, Erik susurró algo en el oído de la rubia, que sonrió socarronamente y se apartó de su camino. Su sonrisa era dubitativa y le miraba de forma extraña. Si Erik regresaba a casa, quedaría como un cobarde. Erik titubeó. ¿Qué va a pasar ahora? Erik contempló a Josh Turner y frunció el ceño. Nos pasamos todo el día y la noche aquí sentados, ¿sabes?” Lo miró de reojo y se dio cuenta de que su expresión era compasiva. Su miembro estaba tan duro que sentía como si la piel fuera a abrirse. -No estoy preparada- exclamó. De hecho, todas las damas están abajo esperándolos. Ellos habían terminado. Su mirada reflejaba incertidumbre, y Erik se detuvo. Y puede que entonces hable.” “No hay abogado para las putas de la Mafiya como tú!” exclamó Krupin en ruso. Seguía húmeda tras su primer orgasmo y su cuerpo estaba preparado para alcanzar el siguiente nivel enseguida. Ahora se sentía genial. ¡HAZ CLIC AQUÍ para recibir mi boletín informativo y llevarte libros gratis! Su tono de voz era bajo, pero ella percibió la advertencia. Pero primero, voy a hacer lo que no han sido lo bastante hombres para llevar a cabo. -Sí lo has hecho- le espetó ella. -Oh, Dios mío. -Sí- dijo Erik, mirándole fijamente. No había ninguna necesidad de que se convirtiera en el objetivo de una investigación policial falsa por su mal genio. Copyright 2016 Bella Rose, Leona Lee. -¿La seguridad de tus empleadas?- Repitió Yashin con expresión asombrada. Danil era un hombre menudo, relativamente joven y, a pesar de los años de servicio, todavía tímido. Tras depositar el vaso de whisky vacío sobre una mesa, Erik se cruzó de brazos. ¿Por qué me estás dando largas? Para mí, esa clase de dinero es calderilla. No cederé. -Tenemos un problema- dijo en voz baja. El corazón de Ella se aceleró en su pecho al volverse a mirarlo. “Acabo de dejarla inconsciente. No había ninguna razón para recrearse en el lujo en el que vivía su hermana. No tuvo novio en la secundaria, pero en la universidad salió con este hombre.- En la pantalla apareció otra imagen y Erik frunció el ceño. -Hay cuatro dormitorios en la parte de atrás. Ver más entradas. Nadie la estaba vigilando, por lo que empezó a tirar de la cinta aislante. ¡Muévete! Maksim casi rio al verlo. No era justo. Sintiéndose estúpida, dejó la bolsa de patatas y se bajó de la cama. No quería llorar delante de Erik, por lo que giró rápidamente la cabeza y se puso a resolver problemas de matemáticas en su mente. Aunque la puerta del director estaba abierta, llamó. Están ahí para protegerme a mí y a todos los habitantes del edificio. Ni siquiera por el poco tiempo que me permites estar contigo- murmuró. -¿Por qué? “Ve a la trastienda y déjame hablar con el señor Petrov. Dejó a un lado la flor que tenía en la mano y miró a Maksim, que lo observaba con el ceño fruncido. Ella parecía el tipo de mujer a la que le gustaba celebrar aniversarios todos los meses y disfrutar de románticos paseos por la playa. Todas las noches, Ella temía que su madre muriese antes de regresar. -Sr. Herman, quiero que sepa que me encanta este trabajo. Lo siento, nena. -No. Su capacidad auditiva ya no era tan buena como antes. -¿Cómo es que no tienes servicio de limpieza? Tomó su pecho y buscó el pezón con el pulgar. “¡Por supuesto que sí! Los nativos eran capaces de aguantar inviernos heladores sin apenas pestañear. -En medio de todas estas estúpidas antigüedades. A lo mejor hasta contrata a alguien para que me meta los dedos en el coño y haga que me corra porque soy tan estrecha que no puedo alegrarme de que mi hermana se haya acostado al fin con alguien después de cinco años de abstinencia.” “¡Nika!” Katrina no daba crédito a sus palabras. Seguro que hay una explicación razonable. Soy yo- gruñó él. Rodeando su silla, colocó las manos sobre sus hombros. -Tienes aspecto de estar aquí por alguien cercano. Se suponía que iba a ser nuestra luna de miel. En el bar, corría el alcohol. Las decotaciones (Mal llamados "CONEJOS") Suelen desgastar las articulaciones. -No hay dinero ni poder en los sueños de la infancia- respondió él con voz sombría. Tras abrir el mueble bar, se sirvió un trago de vodka. Hubo una larga pausa por parte de Ivan. -Admirable, Sr. Chesnovak. Yuri se mostraba reacio a hacer conjeturas y Maksim no podía culparlo por ello. Algo en su voz la hizo parar. Maksim apoyó una rodilla, sosteniendo su peso en las manos. Si había una persona con la que no quería volver a hablar, era ella. -Esa es la clase de información que no necesito saber, pero demuestra emoción. -Americana- exclamó Valeria en tono mordaz. Quería decir ¿sabes que es el dueño de un club? Se le hizo un nudo en la garganta al verle alejarse, pero se negó a llorar. –Es todo lo que tienes que saber. ¿Puedo salir del cuarto? -El océano- dijo, finalmente. -¿Tienes un taburete para llegar al ventilador?- Ella se inclinó y cogió el plumero. Le tiene que deber un enorme favor a Erik. -Mantén la calma, Ella- dijo con los dientes apretados, abriendo la puerta oculta. Después de la compresa de agua tibia, lo ideal es recibir un masaje en el cuello con pomadas analgésicas y antiinflamatorias como el Voltaren, por ejemplo, ya que ayudan a aliviar la inflamación y el dolor. Apenas límites y nada de vergüenza. -No me interesa- exclamó él levantándose y alejándose de ella. No importaba. Llave en mano, se apresuró a visitar el nuevo local. “¿Pueden al menos llamar a emergencias para que vengan a ver a mi padre?” Aunque lo dijera, sabía que no lo harían. Tras apagar el monitor de seguridad, abrió la página web de sus chicas. Su polla se tensó contra los pantalones y le hizo falta toda la disciplina que poseía para no deslizar los labios por encima de su escote. Incapaz de hacer nada aparte de sonreír, no sentía el menor remordimiento. Puede que Yashin no tuviera palabra, pero no era de los que disparaban a un hombre por la espalda. Pellizcándose el puente de la nariz, se dio cuenta de algo. Sus chicos eran eficientes y trabajaban bien en equipo. “¡Hola!” dijo Nika animada. Poco a poco, apareció una casa palaciega. Aquel atractivo ruso dormía al otro lado. -Dime que tienes algo más que esto, Danil. Al menos sabía que el interior estaba bien, aunque un poco destartalado comparado con el resto de casas francas de los Petrov. Y luego… ¡Madre mía! Ella ni siquiera se dio cuenta de que se estaba moviendo hasta que estuvo sobre la barra del bar con la pistola de Yashin apuntando a Valeria. -¿Sabes qué hace el Sr. Chesnovak para ganarse la vida?- preguntó en voz baja. Sus hombres iban a llevar a cabo una operación en su ausencia y Nika se mostraba indiferente a sus palabras. -Soy Erik Chesnovak, propietario de La Orquídea Negra. ¿Algo más? Hoy me gustaría que limpiaras los dormitorios de la segunda planta. Pero no quería. “Papá, ¿te hicieron daño esos policías?” preguntó Nika. -Lo siento, cielo. -Mañana te lo contaré en persona. ¿Crees que me he puesto dramático?” “Maksim, cálmate.” “¡Y un cuerno!” gritó. Espero que podamos mantener la paz. Antes de reunir el valor para ir a recuperarlos, se detuvo en el cuarto de baño y se refrescó el rostro con agua fría. -De acuerdo. Sintió las esposas métalicas frías y duras en la piel delicada de sus muñecas. “¡Maksim! -Lo primero que necesito es una pared divisora. Estaba disfrutando cada segundo de aquella noche. Lo único que echaba de menos de aquel sitio era la nómina. *** Estar en la comisaría no solo ponía nervioso a Maksim. Era hora de volver a casa. -Pensé que sólo lo había pensado. ¿Su respuesta? Tras abrir la puerta del todo, entró en la garita. Aunque no importaba. Ella agarró la bolsa de patatas y se sentó en la cama. Cuando Ella abrió los ojos, todo estaba oscuro. Había algo en su actitud sin concesiones que no podía evitar admirar. Ya tenían completa intimidad. Dinero suficiente para pagar la operación de mi madre y algo más. Tú me has demostrado que aún tengo capacidad de amar y preocuparme por la gente. -Siguiendo el protocolo, el donante se someterá a otras dos semanas de pruebas con un asesor independiente. -No quería que murieras. El resto del personal también se ha ido. Creía que ya estabas en el club. Un rápido giro de muñeca y la toalla caería al suelo. ¿Alguien habla inglés? ¿Qué haces en San Diego? –Usa esto. -Yo también te amo, Erik, pero no es suficiente. outline: none; Nazarenas 695. Los depósitos para el restaurante, el banquete, el entretenimiento y el vestido no son nada baratos. -Esperaba verte hoy.- Se puso en pie. -¿Está Dina? Pero aparte de eso, todo va genial. “Maksim, ¿te has preguntado alguna vez cómo sería ser algo distinto al matón de Ivan?” Trató de mantener un tono neutro y pausado en su voz. -¿Qué demonios ha pasado?- Gruñó Erik mirando a Leonid. Recelosa, tomó el cheque y le dio la vuelta. -Se llama Josh Turner. -No es de cien mil al año- admitió Erik. Dos más dos es cuatro. -¿Me estás diciendo que has pagado una boda a la que aún no había accedido? -Sólo firma tus cheques. -Parece que lo único que puedo hacer es pasta con salsa marinara. Podía sentir su expectación. Estaban más que interesados. Si no me atrevía a hacerlo, me encerraba en una habitación al volver a casa y me enseñaba cómo debía hacer las cosas.” Nika se se tapó la boca para ahogar un gemido. El cálido sol matutino acariciaba su rostro. Yo no soy como mi hermano.” Maksim gruñó varias palabras en ruso porque, por alguna razón, sabía que ponían nerviosos a los policías americanos. Seguramente, ni se acordaría. Sus habitantes eran perfectos para lo que necesitaba. Era halagador, pero lo cierto era que cuando todo eso terminara, ella volvería a la tienda de su padre y él a ayudar a Ivan. -¿Quieres que te diga si es mi prometida? -Esto no va a quedar así- espetó, y salió a grandes zancadas del comedor. -El único que puede hacer eso eres tú. La fuerza de sus orgasmos era suficiente para hacer que su pene pidiera clemencia. Erik se relajó visiblemente. Quiero una respuesta ahora mismo. -Chesnovak, ¿verdad? -Eres muy amable, gracias. “Mi niña rebelde. “Me alegro de que tú también lo pienses.” “Eres cruel.” Puede que lo fuera. Maksim siguió un camino estrecho tras la barra. Sabía leer el deseo en una mujer, y Ella parecía estar hambrienta. Reynolds, García, Krupin y Volklov recibían dinero de los Tretiak. -¿Buenas noticia? -¿Tienes noticias de Erik? Apenas le dio tiempo a reaccionar antes de que García le diera una bofetada en la boca. -Sí, jefe. “Hemos hablado mucho sobre el pasado, la tienda, su trabajo y lo que siente. Tú me has mostrado que puedo hacer realidad mis sueños. -Erik. -No hay problema- dijo Jimmy.- Lo puedo hacer en seis semanas. -No.- respondió la mujer con una cálida sonrisa. -Me gustaste- dijo él, finalmente. Si no encontraba otro sitio para esconderse, iba a ser blanco fácil para cualquiera que se asomara por encima o por un extremo. La miraba como si fuera la única mujer en la tierra. -¿Qué intentas hacerme, mujer? -Voy a morir en esta sala- murmuró ella, mirando a su alrededor. -Allá vamos- se susurró a sí misma. Empujó con su miembro hasta rozar lo más profundo de su interior. ¿Qué estudió ella? Era una habitación diminuta donde el calor era asfixiante. ¿Se refería al peligro o al hecho de haberse enamorado perdidamente de él? Con una expresión tan sorprendida como la suya, se enderezó y carraspeó. He dicho que muevas tu culo al coche ahora mismo. Su pulgar se deslizó por su clítoris y Ella se quedó sin aliento. En el Perú, y en algunos otros países, se denomina Sacar Conejos al hecho de producir un sonido en las articulaciones, provocándolo mediante flexiones, extensiones, aducciones y abducciones, de moderada intensidad; el cual se produce generalmente en las manos, dedos y cuello. -¿Me vas a pagar cuatrocientos mil dólares por limpiar tu casa durante un año? El dinero era demasiado importante como para abandonar ahora. Tú eres el que va a sentarse a una cafetería para evitar afrontar la cruda realidad lo que implica ser un sicario. Él gritó de dolor y volvió a intentar atraparla, pero ella le apuntó con manos temblorosas. Esa no era la forma en que solía iniciar una confrontación. Soy su único hijo, pero tengo primos que pueden tomar el relevo. ¿Armarios empotrados? -¿Te vas sin comer?- El atractivo desconocido le cerró el paso entregándole un sándwich en un plato. “Tenemos que descubrir a quién pagan los Tretiak en las fuerzas policiales de Hollywood. “¿Los chicos?” Maksim, con expresión hosca, se fue tras Ivan y ambos cerraron las puertas de lo que Nika asumió que sería un estudio. No había aguantado todo aquello para que su madre muriese a manos de una rubia loca de bote. “¿Es eso lo que piensas?” Su angustia le resultaba extraña, sobre todo porque él había sido el primero en confesar sus sentimientos. Ella sintió una opresión en la garganta. Ella sintió cómo le brotaban las lágrimas. Me preparó un baño de burbujas. -No- respondió Heather con voz ronca. “Que.Te.Jodan.” Sintiendo que estaba a punto de perder la paciencia por completo, Maksim se acercó y tomó en brazos a Doña Remilgada. No había pensado que Dina fuera a ofenderse. ¿A quién quería engañar? La mafia rusa. Cuando la puerta se cerró tras ella, Valeria frunció el ceño. Si Heather Davis sobrevivía el tiempo suficiente para recibir otro hígado, la operación les iba a costar unos doscientos mil dólares. Su ego aumentó en proporciones bíblicas. -Este será tu dormitorio. “Siento que mi trabajo implicara amenazas y acoso. -Sólo quería evitar que te quemaras. La intensa sensación recorrió sus piernas hasta llegar a sus dedos. Y ahora, date prisa. Parecía irle como anillo al dedo - frío y distante. “¿Qué clase de niñato malcriado es tu hermano?” murmuró Nika. Habían pasado tres meses. 4/5 Nuestro Mensaje / We'd just like to say... 14/19 Lower School 6 Convivencia escolar / Coexistance in Education 20/27 Elementary School 8 Nuestro Directorio / Our Board of Directors 28/35 Middle School. “Piensas que mi hermano es marica, ¿eh?” “Obsérvalo de cuando en cuando y verás por qué,” replicó. Y eso puede ser peligroso. Por eso lo haría.” Nika rio y se puso de puntillas para besarle en los labios. -Erik- preguntó en voz baja -¿Está en peligro? Si me pides que me quede, lo haré. Entra, por favor- dijo Erik, cerrando la caja fuerte y metiéndose un sobre en el bolsillo. Una vez que fueran suyos, la ley no podría tocarle y podría mover tanta droga y dinero sucio como quisiera. -Maldita sea, Ella- dijo con voz ronca, aferrándose a su cuerpo de forma brusca y haciéndola girar. Entonces, si me quedo, ¿me garantizas que nadie me va a tocar? -He estado pensando en incorporarla al personal. Era ligera como una pluma y todo su enfado se desvaneció al sentir el tacto de su suave piel contra la suya. La mezcla de penetración y fricción la acercaba peligrosamente al abismo. Él alzó una ceja. “Vamos a echar un vistazo a tu nidito de amor.” Katrina se quedó mirando a los hombres por encima del hombro, pero Nika se la llevó a rastras. Se te nota en la cara.” le espetó Maksim. ¿Había cuerpos enterrados en aquel jardín? Cuando amaneció, Ella tenía el coño empapado. Ayer me visitó tu encantadora hija. Separó los labios y él sucumbió. ¿Veinte? ¿No podía regresar a casa? -Una loca te está apuntando con una pistola ¿y tú te molestas por cómo me gano la vida?preguntó él con un resoplido. Solo se llevaban dos años de diferencia y habían estado muy unidas desde que su madre falleció cuando eran pequeñas y jugaban en la tienda de su padre fingiendo ser floristas. -Sé que estás asustada, Ella. “¿Qué puta mosca te ha picado?” Le preguntó grosera. Incluso ver a tu madre tres veces a la semana. -¿Qué quieres de la vida, Erik? No te paga para curiosear. El bar estaba muy bien como cubierta, pero estaba atrapada. Maksim se puso en pie. -Te quiero, mamá. -Perdona. Lo más probable era que su padre ya supiera la respuesta a aquella pregunta. “Hazlo ahora.” Sintió soltarse peligrosamente la correa que aguantaba su mal humor. Los Yashin decidieron joderme hacer mucho tiempo. Gracias por avisarme- musitó con voz áspera. Ya has oído a la enfermera. La radio sonaba a bajo volumen. Sobre todo si se trataba de un hombre que le caía bien. “¿Cómo te va con Nika Sokolov?” La sonrisa de Mikhail sugería que no veía probable que las cosas fueran bien entre ellos. -De acuerdo.- Ella levantó la cabeza, desafiante. Todas con generosas curvas y facultades que harían implorar misericordia a cualquier hombre. -Haz la maleta. La palabra le hizo reflexionar un momento. Al tener Nika las rodillas flexionadas, tenía acceso total a su delicioso coño. Obligándose a ponerse en marcha, salió del coche y bostezó. Se le rompió el labio inferior y el gusto a sangre invadió su boca. Tirando de las esquinas para estirar las arrugas, intentó no centrar su atención en el hecho de que el cuerpo de Erik había estado allí. No me hagas esperar más, por favor.” Al oírla, no pudo contenerse. -Ella, tú puedes hacer algo mejor. -Gracias- murmuró. Así que, ¿por qué no enterramos el hacha de guerra en un sitio que no sea la espalda del otro y salimos del maldito coche de una vez? Él había sido quien había aparecido en la tienda de su padre, rompiendo cosas y exigiendo dinero. -Erik- llamó. Había cierta condición que debíamos discutir primero. Caroline, la secretaria de su jefe, estaba de pie en la apertura de su cubículo. Bailaba y cantaba por todas las habitaciones, y Erik hubiera jurado que su sonrisa era genuina. “¿Tiene algo que objetar?” No hacía falta un abogado para darse cuenta de que Buchanan y el capitán pensaban en la posibilidad de que la mujer los demandara por detención y encarcelamiento ilegales después de haber sido maltratada por hombres de la comisaría. -Lo siento. La Amante Obstinada del Capo Por Bella Rose Todos los Derechos Reservados. Erik las observó con detenimiento. Sospechó que no. Apoyando la parte superior de su cuerpo sobre los codos, se meció delicadamente hacia delante y hacia atrás. Cogiendo una toalla del toallero, Erik comenzó a secarle. Erik se frotó los ojos. -Gracias. Entra, por favor- dijo en tono suave. Start here! “Hola, Yuri.” La voz baja de Maksim era neutral y su lenguaje corporal, comedido. Avergonzada, Ella se sonrojó mientras se despojaba lentamente de su blusa. Atención: Tua Saúde es un espacio informativo, de divulgación y educación sobre temas relacionados con salud, nutrición y bienestar, no debiendo ser utilizado como sustituto al diagnóstico médico o tratamiento sin antes consultar a un profesional de salud. Más relajada, Ella bajo los brazos. Vestida con una camiseta sin mangas y unas seductoras bermudas, hizo que se pusiera duro de inmediato. La necesitaba. Exhaló, tratando de recuperar el control, y comenzó a penetrarla despacio. “Venga, sé buena mientras hablo con mi hermano.” “¿Yo?” Le dio un empujón. -Creo que una vez te dije que no iba a haber flores ni bombones esperándote. En la residencia de estudiantes no podíamos cocinar, y quería que me llevara un hornillo eléctrico. Se oyeron unas airadas palabras en ruso. Oyó una maldición al otro lado de la puerta, antes de que ésta se abriera. -Soy una maleducada. Al deslizar los dedos por su vagina, fue recompensado con un gemido de placer. Haré que lo reparen de inmediato. ¿Para qué? Estoy muy contenta por la noticia. No es una decisión que se deba tomar a la ligera y, como bien sabes, ahora estoy ocupado expandiendo mi negocio. -¿Hay algún indicio de que la puerta haya sido forzada? Erik se aferró con fuerza al auricular, pero no discutió. -¿Te gusta destrozar a mujeres buenas?- preguntó. Nika tensó la espalda e inclinó las caderas, rozando su miembro contra el hueso de la pelvis, incluso al principio de la penetración. Quince pasos en línea recta. Sus labios se separaron, y él intentó desesperadamente suprimir un gemido. Al menos, debería escucharle. Rodeó con sus dedos la pequeña protuberancia, disfrutando de la sensibilidad que descubrió en ella. Sé que no lo merezco. Su chófer le llevó directamente a su casa. Pero su cuerpo se relajó y comenzó a respirar con regularidad. Fue asesinada en un tiroteo. Iba a ser una conversación muy interesante. Lo que sí debía admitir es que Nika Sokolov era terriblemente adorable cuando se enfadaba. Tampoco accederé a ninguna petición que lastime a mis mujeres. Luego tomamos el sol un rato y acabamos haciendo el amor en la playa o incluso en el agua.” Katrina dejó escapar un suspiro de felicidad. -Clientes, caballeros. -Es bonita, ¿verdad?- Preguntó Yashin, abriendo un mini bar y sacando una botella de whisky. Sintiendo cómo se le aceleraba el corazón, trató de contemplar su imagen en el espejo, pero cuando sus miradas se cruzaron, se le secó la boca. Nika se mofaba de su hermana por tratar de jugar a las casitas con el jefe de la familia Petrov. No sabía nada de ruso a excepción de "da" y vodka Stolichnaya, aunque ninguna de las dos cosas parecían útiles en aquel momento. Tomó un rodillo quita pelusas y se puso a trabajar en los cojines. Aquel familiar acento ruso la dejó helada. “¿No estás cansado de ser el perro de tu hermano?” La acusación provocó un breve estallido de ira, pero Maksim debía admitir que no le faltaba razón. El hombre respondió y, de repente, todos se pusieron a discutir. El dolor en el cuello puede ocurrir por mala postura, exceso de estrés o cansancio, por ejemplo, pero también puede indicar problemas más graves como una hernia de disco, osteomielitis o una infección, siendo importante en estos casos mantenerse atento a si surgen otros síntomas y acudir al médico para que realice el diagnóstico. ¡Ella!- Erik estaba junto a ella, sacudiéndola por los hombros. Se había compinchado con uno de los hombres de Ivan para que lo arrestaran.” “Pero Ivan ya se ha hecho cargo, ¿no?” Nika no podía creer que hubieran dejado escapar a ese miserable tras haber atentado contra su vida. En un instante, Erik estaba encima de ella, tras apartar flores y cajas de su camino. No sabía cuánto tiempo había transcurrido cuando escuchó un golpe en la puerta del dormitorio. Katrina había ido a la universidad, mientras que Nika se había quedado estancada como aprendiz de florista, trabajando muchas horas por un sueldo miserable. Y que quiero las notas de la reunión del mes pasado. Se acabaron las amenazas, romper dedos y destrozar tiendas. O tal vez hubiesen acabado en casa de una persona desconocida. -Ella no es como tú- respondió él. Mi novio era rico y todos sus amigos también. La otra noche estuve en el club. Ella se dejó caer en una silla e intentó concentrarse en respirar. Quedaban cinco hombres. Tras sacar el móvil, envió dos mensajes de texto y salió a la calle. Parecía una casa común y corriente. Última actualización de la web: 10/01/2023. Llegaría un punto en el que todos empezarían a escucharlo. Cuando se despertó aquella mañana, estaba molesta porque Erik se había escabullido del dormitorio. Erik resopló. “Y es justamente lo que has hecho.” Comenzó a sonar un teléfono en algún lugar de la casa. Matvei y Leonid miraron a Erik, y éste asintió e hizo un gesto con la mano. Capítulo Ocho Nika abrió los ojos, aún somnolienta, pero segura de querer responder aquella llamada a su móvil.
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